Paco Real junto a su equipo
del Centro Nacional de Investigación Oncológica
(CNIO) de Madrid ha investigado que mediante el gen NR5A2 que es el responsable de la inflamación del páncreas y del que se desarrolle el tumor en dicho órgano, por lo que detectar o estar
ante un paciente que presenta numerosas inflamación del páncreas en un tiempo
duradero, seguramente en un futuro será un paciente oncológico con esta patología,
la cual en un 80% de las veces se diagnostica ya muy tarde, por lo que solo un
20% son casos que se pueden tratar mediante operación o tratamiento, aunque también
es uno de los más letales ya que solo un 5% de pacientes sobreviven a ello.
Por ello la investigación se ha centrado en el funcionamiento del gen NR5A2 que está involucrado en el
proceso inflamatorio, pero también es el que ayuda al páncreas a volver a su
estado normal, por lo que un cambio en él podría hacer que la inflamación no
fuera un síntoma y si una respuesta defensiva ante un ataque en dicho órgano
para protegerle y ponerle en alerta por si debería actuar sus tejidos sanos
contra la invasión desconocida.
Ante esto Isidoro Cobo investigador
de CNIO ha subrayado que “el estado pre
inflamatorio es genético, por lo que muchas veces el patólogo puede ver un páncreas
normal, cuando no lo es.
En ratones, cuando hay niveles
normales de la proteína NR5A2, codificada por el gen, no hay inflamación, pero,
cuando los niveles de NR5A2 descienden, se activan los programas inflamatorios
y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
Además, se ha observado que las
personas con determinadas variantes de este gen son más propensas a sufrir un
tumor pancreático, así mismo la inflamación es un arma de doble filo, ya que es
un mecanismo protector que se ha seleccionado durante la evolución para responder
a agresiones externas, pero cuando la inflamación persiste, tiene un efecto
negativo sobre la salud y puede favorecer el desarrollo de tumores”.
Por su parte Michael Karin patólogo
de la Universidad de California en San Diego (EEUU) ha hecho hincapié en que “se debe aplaudir este nuevo estudio que es importante
e innovador aunque yo no haya participado, pero debo recordar que esto no nos
dice cómo prevenirlo o tratarlo, aunque sí que me confirma que este cáncer es
muy dependiente de las lesiones crónicas digestivas”.
Por último Paola Martinelli
oncóloga italiana e investigadora de la Universidad Medica de Viena y coatura
del trabajo, no ha dudado en subrayar de manera optimista que “Una vez que se hayan identificado pacientes
con la mutación del gen NR5A2, quizás podrían recibir un tratamiento con
antiinflamatorios para disminuir el riesgo de cáncer. Ahora se puede pensar en
una terapia preventiva.”
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