El 31 de
Enero Cristina Cifuentes presidenta de
Madrid anuncio varias actuaciones que se deberán llevar a cabo durante este
año, para la rehabilitación de los hospitales, entre estas Cocemfe Madrid pide
que se incluya la accesibilidad, en especial en los hospitales del municipio
más antiguos como son, El 12 de Octubre, Gregorio Marañón y Ramón y Cajal,
favoreciendo así un entorno más accesible debido a la continua influencia de
personas con discapacidad física o de
movilidad reducida.
Ya que como
bien recordó Cocemfe Madrid a Cristina, anteriormente se detectaron serios
problemas de accesibilidad en los hospitales, que afectaban especialmente a las
personas con discapacidad física y de movilidad reducida, ya que veían afectado
su derecho de acceder a los servicios sanitarios o asistenciales de manera
normal, debido a encontrarse con rampas que tienen una pendiente excesiva,
ausencia de entrada accesibles, junto con la inexistencia de vados o si los hay
son inadecuados, son solo una pequeña muestra de las barreras arquitectónicas
con las que cuentan los hospitales madrileños, por lo que ahora es el momento
de pedir presupuesto y llevar a cabo un protocolo adecuado para su remodelación
y hacer del centro hospitalario accesible, ya que como bien pide Famma hay que
eliminar las barreras que suponen una discriminación hacia las personas con
discapacidad física, y hacer valer el
Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, que tiene por objeto
“garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades, así como el ejercicio
efectivo y real de derechos de las personas con discapacidad” a través de,
entre otras cosas, la accesibilidad universal.
Por ultimo
recuerda al gobierno que tienen hasta el 4 de Diciembre para adaptar todos los
espacios y edificios públicos para facilitar el acceso de las personas con
discapacidad física, y que es inadmisible que en los espacios públicos
destinados a dar asistencia continuada a todas las personas y que se supone que
la mayoría de ellos presentan algún problema de movilidad reducida, resulte que
sea espacios con barreras arquitectónicas que suponen una discriminación
directa hacia las personas con discapacidad o movilidad reducida y para rematar estén gestionados públicamente,
cuando precisamente por ello debería de estar totalmente adaptados debido a
atender a un gran número de personas de manera continua.
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