lunes, 13 de mayo de 2019

El Langui contral el bullyng


Recientemente Juan Manuel Montilla más conocido como el Langui ha promovido que se inste en los colegios e institutos la asignatura de la empatía, con el fin de luchar contra el bullynign que tanto daño hace a quienes los sufren y a sus familias, como a los acosadores que lo hacen en su mayoría para suplir carencias afectivas.
Por ello subrayo “esta asignatura se debería implantar desde edades tempranas con una hora mínima a la semana en la que solo se incentiven valores como la empatía, la lucha contra la injusticia y el sentimiento hacia otro compañero, con la idea no solo de intentar reducir el acoso escolar,  ya que también vamos a generar una sociedad de jóvenes con un sentimiento muy potente que tendrá incorporado de serie unos valores de solidaridad” los cuales en numerosos casos ya no se enseñan en casa, ya sea porque los padres llegan cansados de trabajar y lo que menos les apetece es pasar tiempo con sus hijos, que sin embargo los niños es lo que más necesitan, o bien porque se cree que para eso está el colegio, que claro que el colegio enseña asignaturas y educación, pero las familiar deben ser el eje principal de enseñar respeto, amor, cariño,  e inculcar que no se debe insultar a nadie y menos pegarle por que tenga algo distinto a lo “normal” o no vista de la marca que esté de moda.
Así hizo hincapié en que “ es primordial potenciar esa empatía hacia los demás,  y que habrá compañeros que no sean amigo, pero no por ello hay que pegarles, aunque mucha culpa de que lo que empieza con pequeños insultos cada vez crezca más, lo tienen el acosador, como los testigos que en vez pararlo, prefieren grabarlo con el móvil y avivar la llama con mayores insultos o simplemente mostrando pasividad o lo que es peor en caso de que la persona que lo sufra tenga la valentía de decirlo y el centro intente hacer algo, si los acosadores dicen que no pasa nada y el resto de la clase se calla, dejaran que sigan pasado, ya que los profesores no le creerán o pensaran que no es para tanto y no harán nada para detenerlo, hasta que sea demasiado tarde, y por qué le han dado al chico una paliza que le ha llevado al hospital, porque los padres han denunciado al centro o en el peor de los casos por que el menor no soporte más el dolor y se haya intentado quitar la vida.
Para ello habría que empezar por cambiar el pensamiento de la sociedad, donde impedia un fuerte yoelismo, tanto en las relaciones personales, en redes sociales y en las grandes multinacionales que con anuncios en tv o en radio nos venden que ahora lo importante es el destacar por encima del hombro, el ser más que nadie y el primero en tenerlo todo, el yo molo más que nadie, el hacerse la foto en las redes en los baños, en la playa o donde sea y como sea que haya enseñar, lo que no deja de ser un reflejo de lo que están haciendo los mayores, ya que estoy convencido que quienes lo hacen son los hijos que sus padres por diversos motivos no les dedican el tiempo necesario ni saben comunicarse con ellos, de hecho ni les preguntan por las clases, sus amigos, las notas, si tienen exámenes, si salen, ni como visten.
Por ello tenemos que hacer un esfuerzo para conocer a los hijos en nuestras casas, pero también fuera de nuestro sitio de confort, y eso se consigue pasando tiempo con él, sabiendo como viste, como se maneja en las redes sociales, por donde suele salir, con que amigos se mueve, la música que le gusta, las notas que saca, si tiene amigos, si surgen problemas, etc., en fin hacer las labor de padres desde el momento en que sabemos que vamos a traer al mundo al hijo, no vale de nada pasar de todo y en la adolescencia de repente querer ser los mejores padres, al igual que tampoco es correcto ocuparnos de ellos y en  ese periodo irles dejando, que claro que hay que darles libertad, pero precisamente en esa edad es cuando más tenemos que estar a su lado, ya que sufren muchos cambios hormonales y de pensamientos en los que se pueden perder y llevarles a ser o bien víctimas o acosadores.
Al igual que los profesores deben implicarse más con los alumnos, más allá de su estricta función profesional, porque al final quienes pasan el mayor tiempo del día con nuestros hijos son ellos y conocen mejor que nadie los comportamientos del grupo, y para ello hay que dejar el libro o la raíz cuadrada aparte y hablar de los casos de maltrato para sacar empatía a los alumnos, escucharles, hablar con ellos e indagar en el origen de sus relaciones, y a los padres nos tiene que importar mas que también en clase se les inculque valores y no liarla al profesor porque un día no ha dado la asignatura correspondiente y ha dedicado esa hora a solucionar un problema que tenían los chavales”





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