sábado, 2 de junio de 2018

PEDIATRIA, ENFERMEDAD RARA Y SESPA



Mónica Baeza es una pediatra con diversidad funcional y plaza fija en el HUCA, pero debido a la falta de personal está pasando consulta desde hace tiempo en Cangas de Narcea, sin embargo por tener una enfermedad rara crónica y progresiva, pidió un cambio al centro hospitalario de Oviedo donde debería estar trabajando de manera fija, además acción recomendada incluso por el jede de riesgos laborales de medicina preventiva del HUCA, quien subrayo que “ Por el estado de salud a Mónica Baeza se le recomienda siempre que sea posible, que trabaje lo más cerca posible de su domicilio, el cual está situado en la localidad de Oviedo, debido a que su patología le limita a la hora de conducir por carreteras sinuosas como las de los pueblos del suroccidente, que tendría que recorrer de ejercer en Cangas de Narcea”.
Por si esto fuera poco incluso llego a ser requerida por la gerencia del área del centro, ya no solo por su salud, sino también por tener una mejor conciliación ya que tiene 2 hijos pequeños y su marido también trabaja fijo en el HUCA.
Pero desde el SESPA la única respuesta que la dan es que renuncie a la plaza o bien que acepte el reagrupamiento familiar trasladando a su marido, también pediatra del HUCA al hospital Carmen  Severo Ochoa en Cangas de Narcea.
Como ella subraya “ Mi intención no es la reagrupación familiar, es dejar esta plaza para atender en Oviedo,  ya sea en el HUCA donde está mi sitio y he sido pedida por la gerencia del área, o bien en el centro de salud La Corredoira donde atendí durante 8 años las consultas como interina.
No estoy pidiendo un privilegio, sino un derecho por mi diversidad funcional, esto parece que el SESPA no lo debe entender, pues siempre me dan la misma respuesta que es no,  sin embargo a mi marido sí que le moverían la plaza sin problemas mediante una comisión de servicio, siendo esta propuesta totalmente paradójica.”
Por ello se ha visto obligada desde hace un mes a  trabajar en la sanidad privada en Oviedo y Gijón, ganando ella en salud, pero no quiere acabar sin volver hacer hincapié en que “me he sentido maltratada como persona y como profesional de la pediatría de Atención Primaria.
No se tienen en cuenta mis condiciones personales ni las necesidades asistenciales del Área Sanitaria IV, es vergonzoso lo que nos están haciendo, que es echarnos de la sanidad pública.
Ejemplo de ello es que  ninguno de los cuatro MIR que han concluido su residencia se quedará trabajando en el Área Sanitaria IV, y me consta que en junio habrá tres pediatras menos en Primaria.
Al gobierno no le interesa la atención primaria, es  evidente que para ellos no tenemos ningún valor, porque se está beneficiando claramente a la atención hospitalaria.
 En los centros de salud es cierto que hay pediatras, pero están saturados porque  ven 60 niños al día, no hay sustituciones y mientras tanto se pone a médicos de familia a atender las consultas de pediatría por falta de profesionales, cuando los hay pero nos ponen impedimentos para ejercer, es imposible trabajar así”.



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