Juan Fuenyo y Candela Gómez Manzano son 2 estudiantes
investigadores que hace unos meses se volcaron en encontrar una nueva forma de tratar el cáncer cerebral,
también llamado Glioblastoma, ya que
la inmunoterapia ahora mismo no es la técnica más efectiva para tratarlo.
Por ello en su proceso de investigación vieron que seguramente un adenovirus, ayudaría a que el propio sistema inmunitario del paciente
fuera capaz de vencer a las células tumorales, ya que actuaría como si
fuese una vacuna, aunque normalmente se les conozca por ser los responsables de
provocar bastantes inflamaciones respiratorias, al igual que la conjuntivitis y
en algunos casos produce también infecciones de orina, pero siendo tratadas en laboratorio se puede
conseguir que potencien las defensas del
paciente y alargar la vida de la persona en una media de 4 años, cuando
actualmente tras el diagnostico hay esperanza como mucho de 1 ó 2 años máximo.
Así el 18 de diciembre presentaron el proyecto en el Hospital Vall de Hebrón de Barcelona bajo el nombre “Despertar
a las defensas contra el glioblastoma” y aunque está en fase I, el Consorcio de Vacunación Activamente Personalizado
de Glicoma (GAPVAC) del cual son miembro los 2 investigadores, han probado la vacuna con 15 pacientes de 6
hospitales de la Unión Europea, los cuales no se tiene conocimiento de que
hayan tenido una mala reacción a ella, de hecho estas conclusiones van a salir
publicadas en la revista Nature prominente.
De momento han creado 2 vacunas
que reconocen más de 30 características del glioblastoma, las cuales
contienen proteínas comunes en el tumor, que al ser inyectadas en el
cuerpo el organismo las reconoce y crea
el mismo los anticuerpos necesario para vencerlas, aunque para ello necesite algún
tipo de ayuda como ser un tipo de medicamentos, la idea es que el cuerpo reacciones como lo hace con cualquier patología
que ha sido vacunado, que de coger la enfermedad esta se desarrolla de una
forma más leve y con un tratamiento basado en antibióticos, corticoides, o
el que haya mandado el médico, el cuerpo
es capaz de vencer al virus o bacteria.
Según subrayo Francisco Martínez
Ricarte investigador en neurotraumatologia y neurocirujano del hospital barcelonés,
“durante el proceso de investigación varios
pacientes fueron sometidos a una cirugía para retirar el tumor y mientras
estaban recibiendo quimioterapia, los pacientes comenzaron a recibir dosis de
esta vacuna por vía subcutánea.
Unos tres meses después, 11 de
estos individuos pudieron recibir también una vacuna 'personalizada', es decir,
elaborada a partir de las cualidades y mutaciones específicas que presentaban
sus tumores, aunque Conseguir cada una de estas vacunas es muy laborioso, ya que para personalizar el
tratamiento hay que realizar espectrometría de masas, una secuenciación
genética de última generación, microarrays de ARNm o análisis de repertorio
inmunológico, entre otras pruebas.
Los resultados del estudio mostraron que las vacunas eran toleradas y generaban
una respuesta inmunitaria persistente incluida la activación de la memoria de
los linfocitos T, las células encargadas de la respuesta inmunitaria.
Pero hay que tener claro que la investigación
no se diseñó para evaluar la efectividad de la terapia, sino su seguridad (el
primer paso de la investigación), pero los resultados obtenidos son muy
prometedores, ya que se ha comprobado que los pacientes tratados vivieron
una media de 29 meses, cuando la vida media en estos casos ronda los
14 meses, aunque desgraciadamente ninguno consiguió superar por completo la
enfermedad y acabaron falleciendo, por ello no podemos afirmar que mejora el
pronóstico, pero los resultados de la estrategia son prometedores".
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