miércoles, 30 de enero de 2019

Convenio entre el Colegio Hijas de Cristo Rey y el Centro de cuidados Laguna (Madrid)

Hace más de 3 años que el colegio  Hijas de Cristo Rey en Madrid trabaja en un convenio con el hospital Centro de cuidados Laguna también en Madrid, la iniciativa se basa en que un grupo de adolescentes del centros escolar, a partir de 15 años acudan 1 día a la semana a pasar la tarde con las personas mayores que están ingresadas en el centro de cuidados, con el fin de que ambos se den lo que a los otros les falta, es decir los jóvenes reciben de los mayores historia, educación, juegos,  sabiduría, etc. y estos a su vez reciben la ilusión, risas, frescura, etc., que se tiene con 15 años y sobre todo ambas partes acaban haciendo amistad.
Dentro de este proyecto participan Sergio, Marina e Irene, los 3 rondan los 15 – 16 años  y esperan siempre ilusionados la tarde del miércoles para acudir al hospital y pasar horas con las personas mayores y no son los únicos, ya que el hospital también los reciben siempre con los brazos abiertos, ejemplo de ello es Carmen una señora mayor que lleva viviendo en el centro más de 4 años y necesita de un andador para desplazarse, que no duda en hacer hincapié en que “Estar con los niños es maravilloso, nos dan y les damos mucho cariño, y como yo no tengo hijos les considero a los 3 mis nietos”, en las mismas líneas se mueven las afirmaciones de los chicos que siempre quien dejar claro que “ el cariño con ellos nunca nos falta, siempre nos reciben con abrazos, besos, nos cuentan historias llenas de sabiduría, nos enseñan juegos de cuando eran pequeños, al igual que ir a misa puede ser divertido, que para divertirse con nuestra edad no hace falta beber y que los juegos de mesa como el bingo, parchís y domino son para toda la familia.
Nos estamos dando cuenta que las personas mayores valen y saben mucho más de lo que creíamos, por ello hay que valorarlas e intentar pasar siempre el máximo tiempo con ellos y si tenemos duda son los primeros que nos la resuelven acertadamente y nos dan mejores consejos que los que podemos darnos entre amigos.”
Por todo ello Alonso García del Puente director del equipo psicosocial de la Obra social La Caixa subrayo que “se trata de una experiencia entrañable y muy enriquecedora para todos, a los jóvenes voluntarios les educa en valores, les enseña a cuidar y a acompañar y les pone en contacto con temas tabú como la muerte, la enfermedad, el sufrimiento y la vejez.
Esto es una forma de acercarles a la realidad porque si no, nunca lo ven, viven en una cultura de felicidad y la vida también son ratos de tristeza y sufrimiento, hay que aprender a manejarlo y afrontarlo.
Les enseñan juegos de mesa como el dominó, les cuentan sus experiencias, lo importante de la vida, les dan consejos, otra visión de las cosas, de esta manera, sienten que siguen aportando al mundo, mientras cantan, conversan, juegan, recuerdan villancicos, etc., se nutren de la alegría, la ilusión y la felicidad que transmiten los relatos de los jóvenes voluntarios.
A veces, nos piden ver un rato la televisión y después, comentamos el programa, el otro día, con la final de Master Chef junior les contaron las comidas que les hacían a sus hijos y preguntaban cómo era posible que esos niños tan pequeños pudieran cocinar así.
Las revistas también les ayuda a interactuar ya que mantienen conversaciones sobre las nuevas tecnologías e incluso se dejan grabar vídeos que luego les gusta ver.”
Por su parte Ana Josefa Pérez profesora del centro escolar dentro del departamento del Instituto hizo hincapié en que “es muy gratificante ver las respuestas de los mayores al tiempo que los chicos dan, y la de los adolescentes a sentirse parte de la sociedad y que ven que pueden pasar tiempo con las personas mayores sin discutir.
Formamos dos grupos de seis personas cada uno para los miércoles por la tarde y los sábados por la mañana, aunque muchos de ellos repiten, como es el caso de Sergio, el único alumno de su clase que se apuntó a este voluntariado y como él dice “Se establecen fuertes vínculos, aprendo mucho de ellos y me ayudan a entender actitudes de mis abuelos que antes no comprendía, siempre salgo muy reconfortado de cada visita".
Así mismo como continua Ana Josefa “Uno de los objetivos de esta iniciativa es precisamente fomentar esta relación intergeneracional para mejorar la comunicación y aumentar en valor el concepto que ambos tienen del otro, es más yo misma junto a 2 madres y 1 abuelo les acompañamos en cada jornada.
Es importante concienciar a los jóvenes sobre la poca atención que reciben las personas mayores o enfermas, dentro y fuera de la familia.
Nuestro objetivo final es crear el concepto de barrios/pueblos/ciudades compasivas, es decir, que empecemos a relacionarnos y preocuparnos por los vecinos y en general, la gente que nos rodea, y esa acción es ideal empezarla aquí entre La Latina y Carabanchel debido a que tenemos un mayor porcentaje de personas mayores que de jóvenes, ejemplo de ello es que sólo en esta zona, cerca de 70.000 personas superan los 65 años, con un alto porcentaje de dependencia y enfermedad, por todo ello tenemos que acercar a los jóvenes a los mayores que se encuentran al final de la vida y concienciarnos de su dignidad hasta el último momento".
Este proyecto lleva desarrollándose 10 años y se espera que cada vez crezca más la colaboración entre institutos y centros de mayores, aunque ya se está practicando en 128 hospitales de toda España y en 133 unidades de cuidados domiciliarios, y para ello cuenta con 1.000 voluntarios y una red de 42 equipos dedicados a la atención psicosocial de mayores y jóvenes


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