La asociación de
Autofabricantes junto con el MediaLab
de la Universidad de Oviedo han llevado a cabo recientemente la iniciativa Supergirz, que consiste
en crear prótesis 3D para quienes lo
necesiten, en este caso los beneficiarios han sido 4 niños de Asturias, necesitando cada uno un artículo distinto,
desde el caso de Oier a quien le falta una pierna y su prótesis se basaba en una atleta que le ayudase a nadar, ya
que la que tenía ya se estaba estropeando por el usos y más que ayudarle le
estaba provocando problemas en el agua ya que le hacía de ancla y no le permitía
moverse libremente.
Otro caso ha sido Santi Alarcón
le han diseñado piezas exclusivas en 3D
para que pueda seguir jugando a los legos, mientras que Nico se le aporto una
especie de mano que le ayudara a llevar a cabo las tareas diarias con mayor
seguridad e incluso podrá coger perfectamente el mando de la videoconsola y por
último fue el turno de Lucas González
apasionado de la música hasta el punto que en su tiempo libre toca la guitarra eléctrica por lo que
se le realizo una especie de púa con
la que ahora ya podrá disfrutar de su hobby completamente ya que podrá hacer lo
debido rasgando las cuerdas.
Para la realización de las 4 prótesis se han volcado numerosos voluntarios que en gran parte
pertenecen a la Escuela Politécnica de Ingeniería
y de la facultad Padre Osso los estudiantes de Terapia ocupacional.
Por ello Cristian Pérez miembro
de la asociación de Autofabricantes subrayo lo siguiente “Es algo muy bonito, estamos
creando conciencia en la sociedad del hándicap de estas personas y éstas, a
su vez, se sienten abrazadas por todos los que estamos en este proyecto, que
somos más de treinta los implicados en hacer más fácil sus vidas.
Las de estos cuatro niños y la de la adulta Patricia Meana que hace cuatro años perdió las cuatro extremidades por una
infección bacteriana y en cuando supo de los objetivos del Supergiz por la profesora
de uno de sus hijos, se puso en contacto con nosotros y consiguió hacerse un
hueco en una iniciativa que normalmente va dirigida a niños.
De hecho, para Patricia hemos
estado trabajando con ella desde diciembre de 2018, diseñando
varios artilugios intercambiables que junto con las prótesis que llevará colocada
en el brazo le permitirán lavarse
los dientes, peinarse o comer, actividades
cotidianas para las que ahora precisa constantemente de la ayuda de otra
persona, ya que, aunque tiene prótesis estas no le funcionan correctamente”
Todas las piezas se realizan en
3D a partir de pasticos flexibles que son obtenidos de la caña de azúcar y de almidón
de maíz, lo que hace que sus precios sean muy reducidos, ejemplo de ello es
Raúl Alarcón el padre de Santi que no duda en hacer hincapié en que “ la prótesis que habitualmente usa mi hijo
cuesta unos 20.000 euros, además,
cada vez que hay que cambiar algo hay que ir a Madrid o Barcelona, y son dos
veces al año como mínimo, mientras que las piezas que le han diseñado en este
taller para que pueda manejar sin problema las
pequeñas piezas de Lego, no llegan a 300 euros.
Además, hay otro aspecto
importante, todos los planos de las piezas diseñadas en este taller estarán
disponibles en internet, por ello lo podrá usar cualquiera, lo cual multiplica
los efectos positivos de este trabajo.
Siendo sincero yo me quede pasmado»
viendo las posibilidades que ofrece la impresión en 3D y como esta puede ayudar
tanto a los niños”