El inicio de la temporada de futbol no ha empezado muy bien para los socios con diversidad funcional del Celta, los cuales se creían que
iban a estrenar la accesibilidad del estadio, donde se han llevado a cabo durante
meses obras, pero cuál ha sido la sorpresa cuando han visto que en realidad es
igual o más inaccesible que antes, siguen
sin poder acceder a las nuevas gradas, ni pueden ver el partido sin que otros
seguidores les tapen la visión.
Por ello Basilio González
portavoz del grupo de socios en silla de ruedas, subrayo que “Es una obra ilegal, no cumple con la ley
discapacidad y no nos permite acceder a las nuevas gradas ni contar con un
punto de vista del terreno de juego en el que podamos seguir las jugadas sin
ser tapados por otros seguidores o nosotros mismos.
Y hay que recordar que pagamos
como cualquier otro socio y aunque advertimos antes de que empezase la reforma
que se nos tuviese esta vez en cuenta, no ha sido así, y no nos han tenido en
cuenta ni el Celta ni el ayuntamiento, ya que no han sido capaces de adaptar el
proyecto adecuadamente”
Y la realidad con las que nos tenemos que enfrentar ahora empieza en las aceras las cuales no tienen bordillos
rebajados por lo que se les complica la entrada a las puertas del estadio, al
igual que para acceder a la tribuna han instalado 2 ascensores, pero ambos están
clausurados ya que solo de uso limitado para las autoridades que vengan a disfrutar de los partidos, y puedan subir en
uno y bajar en el otro que lo tienen señalado, y mientras en un lado para
acceder se encuentra un tabique por lo que es imposible entrar y en el otro
lado se encuentran unas escaleras que si estas en silla de ruedas lógicamente no
puedes usarlas, y estas se encuentran pegadas al bar.
Por su parte los responsables
la único solución que les dan a los 14 socios con este problema, como a las
asociaciones de personas con diversidad funcional o movilidad reducida que se
les invite en algún partido como a cualquier persona con esta problemática que
acuda a disfrutar del partido, será colocados
en la tribuna baja de preferencia antigua, donde por falta de espacio apenas se
pueden mover con la silla y se quitan visualización unos a otros, al igual que
al estar colocada en un lateral, los
otros espectadores cercanos a este lugar, cuando se levantan a celebrar una
jugada, ya no dejan ver a nadie
Como bien dijo Basilio “Llevo
treinta años de socio y no consigo ver ningún gol, por ello esperábamos que las
obras solucionasen los problemas de accesibilidad y ubicación, pero viendo la
realidad, ya solo nos queda volver a pedir que cumplan la ley de accesibilidad,
empezado por la rampa de acceso en la grada de ría que tenía una pendiente de
un 30 % de desnivel y eso ha provocado ya vuelcos de nuestras sillas”, para
intentar que se les haga caso ha hablado con los técnicos de la obra y el
concello, pero de momento tampoco les han hecho caso.
Por ultimo este grupo solo piden
que “se cumpla la ley y las normas de construcción y barreras arquitectónicas
para que los discapacitados que seguimos al club, que nos gusta ir al fútbol y
que pagamos como todos los demás, nos podamos valer por nosotros mismos sin
necesidad de asistencia. Si no lo hacen la obra es ilegal”.
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