Hoy 3 de Diciembre, se supone que es el día de la discapacidad, digo
se supone porque para mí la discapacidad, no debía de llamarse así, ya que es
un estigma hacia las personas que simplemente tienen alguna condición distinta
al resto, ¿Pero acaso todos deberíamos ser iguales?, la verdad, pienso que no.
Creo que más bien, debería de ser el día de las personas que luchan,
se esfuerzan, se caen, se levantan, lloran a escondidas por no ser reconocidas
como deben, se les recorta sus derechos, y deben demostrar a diario el doble de
veces que el resto, lo que en realidad valen, y sin intentar perder la sonrisa
en su cara, para que así alguien se fijen en ellos, por lo que son personas, y
no por aquellos síntomas posiblemente visibles, a los que etiquetar como
“discapacidad” que les hace visibles a los ojos de los llamados normales, si es
que ese término existe, que lo dudo.
Ya se sabe que hay distintos grados de discapacidad, pero todos tienen
los mismos sentimientos, y buscan el ser aceptados, sentirse iguales al resto,
sin tener que andar esquivando escalones en la acera, para poder subir o bajar
con silla de ruedas, buscar aceras anchas debido a problemas de movilidad,
tiendas sin escaleras, donde puedan entrar, buscar siempre sitios que estén
adaptados a ello, cuando en teoría es la vida, quien debería estar adaptada
para todos, ya que esa condición no es precisamente debido a un capricho
personal, aunque igual si de esta atracción que algunos llaman vida, pero que
son ante todo personas que su único delito es, ser más luchadores que muchos de
los que se supone no sufren de discapacidad, en general tener una guerra
constante por demostrar la valía que guardan, y aun así estar agradecidos por
que de no ser así, seguramente verían la vida distinta.
Pero nadie esta salvo de que esta etiqueta se le ponga en su vida,
debido a que muchas veces viene como consecuencia de un accidente, y es cuando
reconocerás el esfuerzo de aquellos que ahora son como tú, que de la noche a la
mañana la vida ya no es igual, y que de golpe ves que no está nada tan adaptado
como tu creías, y que sobre todo hay pocas personas concienciadas con este tema
y ayudar.
Lo que está claro, que cuando
llega la noche, ellos se miran en el espejo, y su cara aunque refleja
cansancio, también se les ve un brillo especial a veces de impotencia, otras de
felicidad, pero si algo tienen claro es que nadie les va a parar en lo que
quieran lograr y que su esfuerzo ya es motivo más que de sobra para que se
quieran el triple, y si algo van sobrado es de méritos por seguir adelante, de
nunca darse por vencido e incluso enseñarte que la vida no es dura, y que las
batallas duras las pelean los grandes héroes de la vida diaria, sin intentar
caer nunca, y cuando esto pasa levantarse más fuerte de lo que ya lo son, al
igual que aquellos equipos que a la televisión parece no importar pero sin
embargo ganan más medallas en los deportes adaptados, o aquellos músicos que te
demuestran que aunque se tenga una discapacidad se puede llegar a cumplir tus
sueños, que la amistad sea el apoyo para poder seguir, asumir no desistir y la
valentía la del día que afronte que el andar de cada uno, refleja su vivencia.
A continuación os doy a conocer el manifiesto creado por el
Cermi este año: http://www.cermi.es/es-ES/Novedades/Lists/Novedades/Attachments/1983/Manifesto%20CERMI%203%20dic%202016%20def.pdf
MANIFIESTO
La continuidad, consolidación y el desarrollo
efectivo de todo el potencial del Sistema para la Autonomía y Atención a la
Dependencia (SAAD) debe estar fuera de toda duda, ya que este dispositivo de
protección social resulta esencial para dar respuesta a las acuciantes
necesidades de las personas con discapacidad y personas mayores que precisan
apoyos intensos para su autonomía individual, la vida independiente y su
inclusión social.
Pese a los graves problemas de modelo, despliegue y
financiación, denunciados por el CERMI desde la aprobación en 2006 de la Ley
reguladora que crea el SAAD, la existencia de una arquitectura de promoción de
la autonomía personal y atención a las crecientes situaciones de dependencia es
irreversible, y solo se podrá actuar sobre ella para robustecerla y mejorarla,
de acuerdo con las expectativas de cientos de miles de ciudadanos mayores y con
discapacidad, más sus familias.
El CERMI
reclama pues una refundación del SAAD, a los diez años de su creación, ya que
no ha cubierto las expectativas de aumento de la protección social de las
personas mayores y personas con discapacidad para las que nació.
En este sentido, el CERMI plantea a las fuerzas
políticas un gran pacto de Estado, con el respaldo de la más amplia base
social, que redefina lo que debería ser un auténtico y efectivo dispositivo de
derechos sociales para las personas, incluyendo niños y niñas, que precisan
apoyos intensos para su autonomía personal.
El modelo refundado tendría que insertarse dentro
de la Seguridad Social, a fin de que se garantizara la igualdad y la equidad
territoriales, y se alcanzara la mayor perfección del derecho subjetivo a la
protección social.
Además, deberá contar con financiación suficiente
asegurada, sin copagos, para su correcto y rápido despliegue, atendiendo
inmediatamente a todas las personas, incluida la infancia, en situación
objetiva de necesidad de apoyos, evitando lo que está ocurriendo en estos
momentos, en que casi 1/3 de las personas con prestación reconocida no la están
recibiendo. Otro de los aspectos que ha de reformularse es el abandono de las
concepciones pasivas de atención a la dependencia, con escasas, anticuadas y
rígidas prestaciones y sin libre elección, para orientarlo a la promoción real
de la autonomía personal, la vida independiente y la inclusión en la comunidad,
con la generalización de la desinstitucionalización y de las prestaciones como
la de asistencia personal, hoy apenas extendida.
El replanteamiento de este dispositivo de
protección y bienestar sociales ha de estar plenamente alienado con los
principios, valores y mandatos de la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad, tratado de derechos humanos vigente
en España, lo que exige instaurar un marco de apoyos en clave de derechos e
inclusión, que otorgue preferencia a las elecciones vitales de las personas con
discapacidad y personas mayores con el fin de garantizar su completa
participación comunitaria.
Las mujeres son en número y en necesidad e
intensidad de apoyos las principales demandantes de prestaciones y servicios
del SAAD, así como las primordiales proveedoras de atención y cuidados, por lo
que el enfoque de género ha de presidir forzosamente el sistema, combatiendo
los factores que abocan a las mujeres y niñas con discapacidad y mayores a una
exclusión múltiple.
La promoción
de la autonomía personal y la vida independiente y la protección contra las
situaciones de dependencia es un aspecto de crucial relevancia del esquema
general de políticas sociales de un país avanzado, pero no agotan ni justifican
la dejación o el debilitamiento de otras políticas públicas de inclusión como
las de discapacidad, que tienen identidad y sustantividad propias y que han de
reforzarse para alcanzar sus objetivos de extensión de derechos y de bienestar.
El CERMI
emplaza a un debate urgente de los poderes públicos (estatales y
territoriales), las fuerzas políticas, los agentes sociales y los demás grupos
de interés para reconfigurar la Ley de Autonomía Personal y Atención a la
Dependencia, un mecanismo de protección social que está muy lejos de alcanzar
el potencial requerido.
La grave
crisis económica padecida por España en esta última década, las feroces
políticas de austeridad y los recortes presupuestarios que han venido
produciéndose en la esfera social no pueden ser por más tiempo la excusa para
dejar languidecer el SAAD, sino que es el momento de lograr un acuerdo básico
que lo convierta en un logro social irreversible.
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