El hospital San Agustín de Avilés
estreno el 9 de Noviembre un nuevo mamografo,
que según reflejan los radiólogos del centro “Esta máquina va a realiza
fotografías en tres dimensiones de forma digital y automática, permite
juntar todas las instantáneas en un solo plano de visión y lleva incorporado
una estereotaxia, que es un aparato
intervencionista, nos sirve para pinchar lesiones concretas, pero también para
muchos otros procedimientos.
Resumiendo es un aparato de
intervención que realiza, de forma poco invasiva, punciones de gran precisión.
"Tenemos la mejor máquina
del mercado, si te vas a Houston no vas a encontrar un aparato mejor que éste.
Es un lujo".
Por su parte el radiólogo Ramón
Delgado quiso subrayar que "Pasar
de lo análogo a lo digital era imprescindible en estos tiempos, porque ahora, en cuanto hacemos la prueba, los
resultados nos aparecen ya en pantalla, no tenemos que procesar nada.
Anteriormente lo normal era que si
en la mamografía no veíamos algo claro la
paciente tenía que someterse a una ecografía o una biopsia, que es más
invasivo, y ahora ya no habrá ese problema,
ya que este mamógrafo, además, viene con un software incorporado que
permite superponer las imágenes del resultado en tres dimensiones y para crear,
digitalmente, uno en dos dimensiones. "
Por su parte la radióloga Belén
Susin quiso subrayar en su turno que
“Los aparatos tradicionales te dan un
resultado plano, la mama se aplastaba y se extraía una única imagen. Eso hacía
que en el resultado los tejidos y las lesiones saliesen superpuestos, por lo
que era más fácil pasarse algo por alto, de esta forma, la parte superior de la máquina es móvil y, durante el análisis, hace
una rotación de 15 grados para extraer un barrido de imágenes, cuyo número
dependerá del tamaño de la mama a analizar, que pueden ser entre 25 y 90 imágenes, por lo que vemos la mama completa
desde distintos ángulos, y con una escasa dosis de radiación”
De hecho con este aparato se
esperar poder diagnosticar antes un 40% de los casos de cáncer y reducir a la vez la necesidad de someter a
la paciente a otras pruebas más invasivas con las que confirmar el diagnóstico
en una localidad donde anualmente se realizan una media de 3.300 mamografías.
Se espera que un futuro se instale
también en Gijón, Jarrio y Langreo, aunque lo ideal es que se vayan
instando aunque sea de forma lenta por todos los hospitales de Asturias.
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