sábado, 22 de abril de 2017

Los beneficios de la Sidra, antioxidante, anticancerigena y antiinflamatoria,

La universidad de Oviedo junto al Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) y al Hospital Universitario Montepríncipe (Madrid) ha llevado a cabo un estudio promovido por el Consejo regulador de la Denominación de Origen protegida Sidra de Asturias, donde se ha  demostrado después de estudiar 2 sidras naturales, 1 de mesa, y 2 espumosas, que esta bebida tienes propiedades antioxidantes, anticancerígenas, antiinflamatorias, además debido a los polifenoles de las manzanas ayuda a reducir el colesterol, y controlar enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Por ello Vicente Fernández Nespral jefe de cirugía del Hospital universitario Monteprincipe explico que “los polifenoles  es una sustancias no energéticas que está en muchos alimentos, como fresa, arándano, remolacha y rábano, su característica fundamental es que captan las sustancias nocivas del cuerpo, en especial aquellas que dañan las células, mutan su ADN y provocan tumores, de ahí que tenga propiedades anticancerígenas, al igual que antiinflamatorias”.
Mientras que Alba Ardura doctora de Ingeniería Química apoyo a Vicente en la defensa de la propiedades antiinflamatorias y explico que hicieron pequeños cultivos de células humanas en todas las sidras y al analizarlas se vio que reduce el nivel de citoquinas, “de ahí que se constante que es antiinflamatoria y que sea muy interesante para evitar la formación de la placa de ateroma en los vasos sanguíneos que podría provocar su rotura, por lo que también se recomienda para reducir la tensión arterial
Para comprobar dicho beneficio  se diluyeron un vaso de cada sidra en un agua de acuario con peces cebras, a los que después de les analizaron los lípidos de su hígado, comprobando que estos se habían reducido, por lo que se comprobó que es buena para el tratamiento del colesterol debido a que posee flovonoles y se confirmó del mismo modo la capacidad antidiabética de la sidra.

Estas virtudes derivan del consumo moderado de sidra que son unos cinco culetes (algo menos de una botella) al día en los hombres y unos tres en mujeres. 


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