El 26 de marzo Cogami que
dentro de su ámbito por conseguir la incluson
laboral de las personas con discapacidad al igual que en todos los ámbitos
de la sociedad, es muy importante que todas las personas cuenten con las mismas
oportunidades laborales con las que poder pensar en conseguir un proyecto de
vida independiente.
Para ello desde el área de
empleo de COGAMI está contactando con
empresas para informar de sus servicios y hablar de inclusión en las empresas
socialmente responsables, con el fin de buscar el motor del cambio social,
ya que las empresas son las que tienen la responsabilidad de aportar valores
inclusivos, participativos, igualitarios y proactivos dentro de sus
posibilidades.
Ya que es una realidad el dato de que las personas con discapacidad
tienen mayor tasa de desempleo que el resto de la población y, en el caso de
estar trabajando, tienen las peores condiciones laborales, en las que
proliferan los contratos a tiempo parcial y salarios más bajos. Otra
discriminación que sufre el colectivo de la discapacidad es convivir con los
perjuicios, estereotipos y falsas creencias que se crean por desconocimiento.
Ejemplo de estas falsedades son
las creencias de que el trabajador/la con discapacidad se ausenta más de su
puesto de trabajo, la discapacidad no es una enfermedad, sino que es una
condición de la persona, por lo tanto, si esta persona fue contratada con una
jornada y en condiciones que no entran en conflicto con la salid, las bajas no
van a ser superiores la de otro trabajador.
Un informe realizado por Fundación Adecco sobre el absentismo recoge
que el 79% de las empresas no percibe mayor absentismo entre profesionales con
discapacidad, siendo el incidente de
ausencias menor que en el resto de personal. Como causa se apunta la que,
como la tasa de actividad de una persona con discapacidad es muy baja, se
estima que el 64% no tiene trabajo ni lo busca, cuando deciden trabajar, tienen
mayor fidelidad al proyecto vinculado, trabajan porque es lo que desean y lo
hacen con un grado de implicación alto.
Otro argumento falso es que el
trabajador/la con discapacidad tiene dificultades de integración en el equipo, todo
el contrario, la incorporación repercute positivamente en el clima laboral,
representa la diversidad en el entorno, lo que les permite sentirse libres y
dar el mejor como profesionales.
Otra falacia es argumentar que
la persona con discapacidad tiene menor rendimiento que el resto de personal.
Cuando un proceso de selección para lo puesto es adecuado y si la persona
candidata es correctamente seleccionada, la discapacidad no será ningún
impedimento para desarrollar el puesto de trabajo.
Por ello COGAMI trabaja en
romper estos esquemas y demostrar la valía de las personas con
discapacidad, y para ello desde el SIL, Servicio
de Orientación e Intermediación Laboral considera necesario involucrar a la
empresa como elemento integrador, socialmente responsable para generar un
cambio en la sociedad, haciéndola más justa, igualitaria e inclusiva, uno de
los pasos que da este servicio es la visita a empresas, con el objetivo de dar
a conocer el servicio, eliminar estereotipos, falsas creencias, perjuicios y
romper barreras con el fin de que la situación se reinvierta en el logro de
oportunidades para las personas con discapacidad.
Ejemplo de ello es la empresa P.
C SERVICIO DE APARCAMIENTOS, PUERTAS Y CONTROL DE GALICIA, que desde hace
más de 15 años comenzó a colaborar con el Servicio de Orientación e
Intermediación Laboral de COGAMI (SIL) tiene en la ciudad de Vigo (Rúa
Teixugueiras, nº15 bajo), después de que otro empresario le había comentado
sobre la existencia de este servicio.
El gerente Francisco Álvarez
afirma que decidió contratar a una persona con discapacidad en cuanto conoció
el servicio del SIL, una relación que es duradera en el tiempo y “resultar buena hasta la fecha”
Desde La. P. C servicio de aparcamientos, puertas y control de Galicia
animan a otras empresas a que rompan barreras mentales y que den oportunidades
laborales a personas con discapacidad porque, según el gerente, “a nosotros
la experiencia los están resultando positiva”.
También es muy positiva la
oportunidad laboral que tuvo Daniel Vaz,
que hace un mes empezó a trabajar en esta empresa después de llevar dos años en
situación de paro laboral. “Me solucionó la vida”, comentaba Daniel que veía
como no surgía nada y ya afirmaba que “me sentía muy mal”.
Daniel se formó en un curso que
impartió COGAMI cómo controlador de accesos y, a los quince días de
finalizar las prácticas, lo llamaron para una entrevista de trabajo. Así fue
cómo empezó su experiencia laboral en esta empresa.
Otra empresa destacable es Francisco
Gómez y Cia, s. l, que empezó a colaborar con el SIL en Santiago (Rúa
Modesto Brocos, nº7, 3º bloque, bajos) en el año 2016,
después de que una orientadora laboral había visitado esta empresa, dedicada a
la construcción de carreteras y otros proyectos de ingeniería civil, para
sensibilizar sobre la contratación de personal con discapacidad.
Poco tiempo pasó desde esta visita hasta la primera contratación
realizada por la empresa. “Esta entidad
siempre apostó por la integración laboral de personas con discapacidad”, apunta
el responsable de la empresa, Juan Iglesias, que desde su experiencia confirma
que no aprecia diferencias entre personal con discapacidad o sin ella,
indicando que “la actividad de la empresa es la construcción y tenemos
trabajadores en obra con discapacidad con los mismos rendimientos que el resto
de personal”.
Precisamente, uno de los
trabajadores con los que cuenta FRANCISCO GÓMEZ Y CIA es Pablo César Otero
quien, desde finales de 2017, trabaja como administrativo en la empresa. Pablo
afirma estar “encantado” y recuerda que su paso es similar a la experiencia que
cuentan los abuelos cuando afirman que iniciaron desde abajo.
Pablo empezó a trabajar en el archivo durante media jornada y con el
paso del tiempo, la empresa apostó por su competencia y lo trasladaron al puesto de administrativo durante una
jornada laboral completa y con mucha más responsabilidad. Si bien al principio
confirma que “no tenía ni idea”, poco a poco, dice Pablo que “me fui poniendo
las pilas” logrando ser un trabajador resolutivo con su puesto actual.
En la misma línea se encuentra Disiclin
que tras conocer la labor que realiza COGAMI
a favor del empleo de las personas con discapacidad, decidió cubrir una vacante
mediante un proceso de selección realizado a través del Servicio de Orientación
e Intermediación Laboral (SIL) en Pontevedra (Rúa de la Marquesa, nº 5-7, 1ºD), este primer contacto derivó en
la contratación de una persona con discapacidad y, tras esta experiencia, desde
la empresa continuaron ofreciendo más oportunidades laborales este colectivo. Ahora mismo trabajan cuatro personas con
discapacidad porque, segundo afirman en la empresa, “la experiencia es muy
positiva”.
Uno de estos cuatro trabajadores con discapacidad que ahora están en
Disiclin es Diego Guzmán, que entró
a trabajar en la empresa hace tres años y segundo él mismo comentó “me tocó la
lotería”. Diego, con 22 años sufrió un accidente laboral que derivó en una
incapacidad laboral para la profesión que desempeñaba, con el que veía
complicado volver a trabajar. Tras apuntarse en el Servicio de Orientación e
Intermediación Laboral de COGAMI, se presentó a la oferta de empleo de Disiclin
y en ella sigue hasta hoy.
La siguiente empresa recomendada desde la entidad es Autos Rodríguez Montes Puente, que
contactó con el Servicio de Orientación e Intermediación Laboral en la ciudad
de Ourense (Rúa Recaredo Paz, nº1) después de que una amistad le había
hablado de este servicio.
Desde hace tres meses, la empresa cuenta con un comercial contratado
que tiene discapacidad, una experiencia “positiva” explica José Ángel Rodríguez Rodríguez, gerente de la empresa, porque,
segundo dice “este puesto puede desempeñarlo perfectamente una persona con
discapacidad, incluso con más motivación y ganas, por esta oportunidad que se
le da”. Finaliza José Ángel animando a las empresas a que participen de esta
experiencia.
Motivación, y mucha, es la que tiene Joaquín Touza, que desde hace seis meses empezó a trabajar cómo
comercial en Autos Rodríguez Montes Puente. Para Joaquín no fue camino fácil su
trayectoria profesional. Tiene soriasis reumática con la que puede hacer una
vida normalizada, pero, cuando tiene brotes, estos le perjudican bastante, nos
confirmaba. Joaquín dice que, a pesar de que su enfermedad no es contagiosa, a
veces en las entrevistas de trabajo lo miran con recelo por el aspecto que
presenta la piel.
En 2007 inició su trayectoria como comercial y, tras apuntarse a la
bolsa del Servicio de Orientación e Intermediación de COGAMI como demandante de
empleo, le salió una entrevista de trabajo que derivó en una oportunidad en la
que Joaquín dice sentirse “muy cómodo”.
La siguiente es LIMANFER que
desde el año 2002 inició su colaboración con COGAMI, después de que una
orientadora laboral de la oficina que COGAMI tiene en la ciudad de Ferrol
(calle Sánchez Calviño, nº 56-58) le
había presentado los servicios que el Servicio de Orientación e Intermediación
Laboral presta a las empresas. Segundo explica el gerente Juan Rico Rodríguez, desde Recursos Humanos valoraron positivamente
la posibilidad de realizar una prueba inicial porque carecían de experiencia en
la contratación de personal con discapacidad. Hoy en día cuentan con un plantel en el que el 22% tiene
discapacidad reconocida.
Ante la pregunta se detecta alguna diferencia entre un trabajador con
y sin discapacidad, Juan Rico apunta que “en
LIMANFER no existe diferencia, incluso hay casos en los que se superan las
expectativas”, asimismo anima también al resto del empresariado que pase por
esta experiencia inclusiva porque “no se sentirán defraudados”.
Antonio Fernández es uno de
los trabajadores con discapacidad que forma parte del plantel de Limanfer desde abril de 2018. Antonio llegó a
COGAMI con 50 años, consciente de que era necesario, después de una trayectoria
superior a los 25 años en el naval, de realizar un cambio profesional. Se formó
con COGAMI y, tras realizar las prácticas en Limanfer, surgió la contratación laboral.
“Vía el futuro bastante negro”, apunta Antonio, “entre otras cosas porque tenía
53 años”. Ahora Antonio dice estar encantado por poder tener esta oportunidad.
La última es Mafer Abogados,
empresa que contactó en septiembre del año pasado con el Servicio de
Orientación e Intermediación Laboral de COGAMI de la ciudad de A Coruña (Avda.
de Cádiz, nº1, 1º andar, local 2), después de que un conocido les había hablado
sobre este servicio. El propietario de la empresa, Manuel Fernández Veiga, afirma que la experiencia resulta ser “muy
buena” y que no detecta diferencias entre personal con discapacidad o sin ella,
este primer contacto derivó en una contratación, la de Yolanda Álvarez, que trabaja cómo administrativa desde el mes de
septiembre pasado. Yolanda afirma que se
siente “afortunada porque trabaja del que se preparó”, pero no fue un camino
fácil.
Desde que finalizó los estudios buscó por su cuenta trabajo, envió
curriculums a portales especializados, las empresas, pero nunca la llamaron
para una entrevista. Cuando contactó con el Servicio de Intermediación y
Orientación Laboral de COGAMI, le salió un primer trabajo para hacer relevos y
posteriormente, empezó a trabajar en Mafer Abogados.