Recientemente el hospital
universitario Juan Ramón Jiménez (Huelva) ha empezado a llevar a cabo la implantación de marcapasos, pero con un
nuevo sistema, el cual no necesita cables, no deja cicatriz, la operación no es
a corazón abierto sino minimante invasiva y tiene una mejor recuperación del
paciente, lo único que de momento solo está indicado para casos extremos donde
no se pueda realizar la cirugía convencional.
Para su colocación solo se necesita un catéter que lleve incorporado el marcapaso, el cual es introducido
por una punción en la pierna en la vena
femoral y con ayuda de una cámara se guía hasta el corazón, donde se
implanta el dispositivo, el cual solo mide
0,8 cm y pesa únicamente 2 gramos.
Una vez acabada la operación se espera que el dispositivo sea capaz de
llevar un control cardiaco adecuado y que en caso de que se produzca cualquier alteración
cardiaca este active el estímulo eléctrico que lleva incorporado y genere así
el latido cardiaco hasta que la persona reciba atención sanitaria, siempre y cuando el problema no venga por
las aurículas, ya que de ser así actualmente no está recomendado a no estar
desarrollado completamente para detectar problemas en las aurículas, de tal
forma que si el problema se encuentra allí el dispositivo no tendrá fuerza para
arrancar el latido.
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