Desde hace unos meses el hospital
Quironsalud de Madrid está ofreciendo a las mujeres que hayan sido operadas
de cáncer de mama, formar parte del equipo arqueras rosas, con el que
practicar el tiro al arco 1 vez por
semana en principio durante 3 meses, para ello cuentan con la ayuda y la
experiencia de arquero federado.
La intención de esta iniciativa es que, durante la lucha del cáncer de
mama, este es muy común que se extienda a la axila, por lo que en la cirugía son
extirpados hasta más de 40 ganglios solo de la zona axilar, mas todos los encontrados
en la zona mamaria.
Esta extensión hace que a menudo se presente dificultades en la recuperación
y con el paso de los años, el brazo y mano se acaben inflamando, por lo que hay
que buscar acciones rehabilitadoras para luchar contra esta secuela como es la práctica
de este deporte, ya que se ha demostrado en numerosos estudios que hacer alguna
actividad deportiva que conlleve entrenar
las fuerza de los brazos, la pared torácica y de los hombros ayuda a combatir
la inflamación en personas que ya han sido operadas de ello, y en las que están
en pleno proceso de quimioterapia y en lista de espera para la operación, esta práctica
ayuda a que su cuerpo no desarrolle tantos ganglios linfedemas.
Así lo subrayo Lucia González coordinadora
de la Unidad de Mama y Cáncer Ginecológico del Hospital Universitario
Quirónsalud Madrid y fundadora de la
Fundación La Vida en Rosa, “el brazo
se inflama generando presión y dolor a las pacientes, en algunos casos sufren infecciones
crónicas en la piel y hay que tratarlas con penicilina de forma preventiva
Por ello una de las actividades
que creemos que puede ayudar a estas pacientes es el tiro con arco porque las
personas que practican este deporte refuerzan la musculatura dorsal, pectoral y
la fuerza de los brazos.
Por eso hemos puesto en marcha la actividad de
‘Arqueras Rosas’ dentro de la Fundación La Vida en Rosa que reúne a pacientes
que sufren linfedema y se les incluye en un programa de entrenamiento en tiro
con arco en el Club de Arqueros de
Pozuelo.
De momento los resultados nos
avalan, ya que las primeras pacientes han mejorado en general, ya que
comenzaban a notar edema en el brazo o la mano han mejorado, algunas de ellas
sin volver a notar síntomas y las que ya presentaban linfedema notan mejoría en
el peso y la movilidad del brazo”.
Por su parte Laura Canal
fisioterapeuta del servicio de cirugía plástica, estética y reparadora de
QuiroSalud Madrid, subrayo que “Con las
pacientes que participan en este programa se está realizando un estudio para
valorar el beneficio de esta práctica, antes del comienzo de la actividad se
realiza una toma de medidas de la circunferencia del brazo y del antebrazo,
tanto del miembro superior con linfadenectomía (extirpación ganglionar) como
del miembro sano.
De esta manera tenemos una
información objetiva para poder evaluar el volumen del mismo, el objetivo es
volver a tomar estas medidas al finalizar el programa trimestral para valorar
la posible reducción del linfedema.
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