El 8 de octubre se presentó en la casa del lector en Madrid el cuento Marcela
la inventora de palabras, el cual ha sido escrito y editado por las
entidades Save the children y el Cermi,
con la finalidad de enseñar a los niños que cada uno es de una forma distinta y
no por esa razón hay que meterse con él, al contrario, tienen que ayudarle y
ofrecerle su amistad de la misma forma que harían con otro niño que le vieran más
“igual”.
En este caso su protagonista es Marcela de 10 años la cual se sospecha
que puede tener dislexia o TEL
(Trastorno Especifico del Lenguaje) entre otros problemas, ya que hay
palabras a las que cambia las silabas a la hora de pronunciarlas como son el
caso de patata que ella pronuncia tapapa,
al igual que maravilloso para ella es mallaviroso, y así con varias
palabras.
El problema viene cuando por circunstancia familiares debe cambiar de
ciudad y empezar en un nuevo colegio donde
al principio va ilusionada pensando que podía hacer nuevos amigos, pero para su
sorpresa no es así, este se convierte en
un lugar de lloros a ver que no la aceptan debido a su pronunciación y a
entrecortarse al hablar, por lo que en numerosas ocasiones se esconde en el
baño para no ser testigo de cómo se meten con ella sus compañeros y los que no
lo hacen, directamente miran hacia otro lado, pero nadie se acerca a ella.
Aunque el final de esta historia la cual se supone es fictica, pero en realidad es que es la vida de muchos
menores con discapacidad que deben acudir a clase a lo que se supone es
aprender y
pero van a sufrir, ya que viven
en 1º persona el sufrimiento del bulling por ser distintos.
Por ello de mayores, aunque parezca que ya se ha superado, la realidad
es que serán adultos que les cuesta
abrirse, que debido a los nervios cuando hablen con personas que no tengan
confianza o bien que vean superior, aunque no quieran se acabaran entrecortando
debido a la inseguridad y a la idea de que volverá a pasar lo vivido, rechazo y
el blanco fácil del bullin y que él debe pararlo parece ser el que más ideas da
para que la bola crezca.
Con este cuento Save the
Children quiso subrayar que “es
fundamental apostar de manera decidida por la sensibilización sobre esta
problemática, a la que están más expuestas las personas que son percibidas
todavía como diferentes por el conjunto de la sociedad (profesorado, familias,
alumnado, administraciones y medios de comunicación) para que se acabe con esta
situación y las aulas y su entorno sean un lugar en los que la inclusión esté
garantizada”
Por su parte el Cermi hizo hincapié
en que “ el estudio ‘Acoso y ciberacoso’,
que elaboró junto a Fundación ONCE y
que se presentó antes del verano, alertaba de que casi el 80% del alumnado con
discapacidad, junto a las familias y los profesionales del ámbito de la educación,
apuntan al hecho de ser diferente como
el factor desencadenante para sufrir acoso escolar en el caso de los
estudiantes con discapacidad, provocándoles por ello un efecto negativo en sus
vidas que lo muestran en un empeoramiento
de las calificaciones (31,3%), el descenso de la motivación para asistir a
clase (57,8%), por el incremento de la tristeza (62,55%) y las “ganas de
llorar” (53,6%).”
Ambas entidades tienen
claro que unir fuerza con otras organizaciones para que de una vez por todas se
trabaje en la aprobación de una Ley de
Protección Integral frente a la Violencia de la Infancia y Adolescencia,
paralizada por el bloqueo institucional, y esencial para erradicar todas las
formas de violencia.
A nivel particular la autora de
este blog Discapaaccesible quiere mandar todo su apoyo y comprensión a las
personas que estén pasando por ese proceso, ya que ella en toda su etapa estudiantil
ha vivido en su propia carne lo que era
el bulling por ser distinta, porque al igual que la protagonista de cuento
tiene dislexia y problemas de pronunciación
en algunas palabras y se entrecorta al hablar cuando los nervios la pueden más
que la cabeza, y que como Marcela lo tenía controlado pero también se tuvo que
cambiar de ciudad y por ello empeoro su sintomatología, hasta que pasado unos
años volvió a estabilizar la vida y aprendió que al igual que hacía en Madrid debe
pasar de los que no den un duro por ella y disfrutar de su grupo y luchar con
aquellos que si creen en sus posibilidades, que dejan a un lado la discapacidad
y ven a la persona que es y se busca soluciones o trucos para que consiga
aquello que lucha.
Por lo que desde aquí agradezco a todas las personas que me apoyáis a
diario que ya sabéis quienes sois y en especial a mis amigos, a mis técnicos de Por Talento y a la autoescuela Fermín
en Oviedo con la que estoy segura que al final todo este trabajo que estáis
haciendo conmigo se verá recompensado en esa L.
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