En noviembre del 2018 la empresa MEDEL
dedicada a la fabricación de implantes
auditivos infantiles organizo un concurso que duraba hasta enero del 2019,
destinado a los niños de 6 a 12 años donde
los menores debían dibujar un nuevo
dispositivo o mejorar alguno ya existente para que las personas con problemas
auditivos pudiesen oír mejor, en él participaron 340 niños de todo el mundo
y resulto ganador Fernando un niño
español de 8 años que nació sordo. Por ello paso por quirófano para obtener
dos implantes cocleares con los que
ahora mismo ya puede hacer vida normal.
Su idea consistió en hacer mejoras en los implantes cocleares, haciéndolos
que estos fueran sumergibles debido
a que le gusta mucho la piscina y en verano practicar sur en Asturias,
provincia donde suele veranear con su familia, aunque su vida diaria la tienen
formada en Valladolid, por ello
actualmente a no poderlos mojar se los tienen que quitar cuando quiere practicar
alguno de estos 2 deportes y se siente perdido en el agua a no poder oír a sus
padres, el ruido del mar, la voz del monitor de surf, etc., quienes entonces se
comunican con él mediante la lengua de
signos, así mismo también está cansado de que la batería solo dure 8 horas y tener que cargar siempre con un
cargador para ello o bien con pilas de audífono, por ello también plasmo que
los aparatos deberían tener una autorecarga
automática que se realizara basada en el movimiento de la persona .
Para participar en el concurso lo
dibujo todo detalladamente y con ayuda de sus padres lo diseñaron con lo que tenían
por casa, como fue una pajita, un trozo de alambre, una pequeña bombilla led
que quito de uno de sus juguetes y plastelina.
Todo este trabajo se vio reconocido cuando hace escasos días le dieron
la noticia de que era el ganador y como premio tenía un viaje a Austria en
concreto a Innsbruck, con todo pagado para poder conocer de 1º mano la fábrica y hablar con las personas encargadas de
realizar los audífonos y a la vez responsables de que las ideas del pequeño con
algún que otro retoque se podrían hacer realidad, mejorando así la audición
de todas las personas que lo necesiten.
Por ello sus padres que no
pueden contener el orgullo y la ilusión de haber sido ganadores del proyecto,
no dudaron en subrayar “Con el número de
serie te pueden decir quién fabricó un implante en concreto, nos hace especial
ilusión ir a Innsbruck para conocer a quién hizo los de Fernando.
El pequeño siempre ha sido muy
consciente de lo que lleva y tiene mucha responsabilidad y cuidado con ellos de
no mojarlos ni perderlos, de hecho, él mismo ya se encarga de cambiarle las
pilas, y sabe perfectamente que cada uno
de los audífonos tiene un precio de 25.000€
De hecho, se enfada cuando se
pone malo con otitis debido a la acumulación de líquido producido por el
movimiento del imán que lleva en su oído interno.
Creemos que esto no pasaría si
se pudiera construir su prototipo, pues al ir por dentro del oído no requeriría
ese soporte.
Estamos contentos, nuestro
premio es que sus implantes funcionan y el niño tiene un desarrollo
prácticamente normal, si no lo tuviera estaríamos hablando en lengua de signos
con él, ese es el premio, lo de ir a Austria es secundario”
Por su parte Fernando hizo hincapié
en que “Estoy muy contento de que mi
implante haya sido reconocido, e incluso les he puesto un precio máximo de 500 €
para que todo el que lo necesite pueda acceder a ello”.
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