Durante el mes de noviembre se instaló en Gijón el 1º mural urbano
accesible a las personas con diversidad
funcional visual, en concreto se colocó al final del puerto deportivo, cerca
de la punta Lequerica.
Según su diseñadora la artista Marta
Fermín subrayo “se siente con la
mirada pero también con la punta de los dedos, Y aunque se haya concebido
pensando en las personas con alguna discapacidad visual, es una obra inclusiva
que busca la accesibilidad universal, una yuxtaposición divisible a su vez en
dos obras diferentes pero complementarias: la estrictamente pictórica y la
táctil.
La accesibilidad está en auge y
se están haciendo avances, pero el arte que hay en la calle, el que puede abrir
la puerta de los museos, nos parecía el primer paso y, sin embargo, aún no se
había entrado en ello.
La plena inclusión de todas las
personas con independencia de sus capacidades físicas, sensoriales y cognitivas
no solo implica que puedan disfrutar del arte sino también que puedan sentirlo
como propio, recibir las impresiones del artista y transmitir sus propias
emociones”.
Para ello en junio contacto con la fundación Once para que la ayudase a trabajar los puntos clave que
hay que tener en cuenta para desarrollar una labor basada en el aprendizaje táctil, con el fin de crear
un mural artístico y a la vez accesible a toda la población.
El truco para conseguirlo está en que todo lo pictórico debe ser también tridimensional, por lo que su
creación se convirtió en un reto de meses de trabajo para el grupo Dos bonobos, al
cual pertenece la artista, y es una empresa dedicada a la especialización del diseño y producción de servicios
culturales para toda la sociedad.
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